Aún no se conoce el impacto total y devastador de las elecciones de ayer, pero esta mañana me desperté sabiendo que, primero, debemos cuidarnos unos a otros.

Esto no es lo de siempre. La retórica del racismo, la misoginia y la islamofobia que soportamos durante la campaña no puede convertirse en política ni convertirse en quienes somos. Todos nuestros esfuerzos colectivos serán más vitales que nunca.

  • Será más vital que nunca contar con el respaldo de los más vulnerables de nuestra comunidad, incluidas las personas de color, los jóvenes, las personas transgénero, las minorías religiosas, los inmigrantes y las personas con bajos ingresos.
  • Será más vital que nunca defender nuestra Constitución y sus promesas fundamentales de igualdad.
  • Será más vital que nunca utilizar todas las herramientas a nuestra disposición (litigio, promoción y diálogo a nivel local y nacional) para salvaguardar los logros de los últimos 50 años, desde el comienzo de los movimientos modernos por los derechos civiles.
  • Será más vital que nunca llegar a todos los estadounidenses de buena voluntad para que se unan como un solo movimiento por la justicia.

GLAD no irá a ninguna parte. Estamos aquí y seguiremos luchando como el infierno por todos nosotros.

Nuestra comunidad ha pasado por momentos extremadamente difíciles antes y, cada vez, ha dado un paso adelante, porque somos resilientes, valientes y fuertes. Seguiremos avanzando, juntos, para luchar por la justicia para todos.