Si bien nadie puede hacerlo todo, todos deben hacer algo.

El bisabuelo de mi marido Adam era dueño de una fábrica de chocolate en Alemania a principios del siglo XX. Viajó con frecuencia y adquirió una perspectiva sofisticada de lo que sucedía en su propio país. Llegó a creer que no era normal y que no era seguro para él, su esposa y su hijo, que eran judíos. Se escaparon a Argentina, donde crecieron la abuela y la madre de Adam. La mayor parte del resto de su familia no sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. A man holding a sign at a rally reading We are all one justice movement La historia familiar de Adam siempre le ha hecho sentirse responsable de tener conciencia de la injusticia, los prejuicios y la violencia en el mundo. Esto lo impulsó a realizar acciones humanitarias como médico. Una de sus citas favoritas, de Dostoievski, está grabada en el vestíbulo del Museo Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Ginebra:
Todos son responsables ante todos de todo.
He pensado mucho en esta cita después de las elecciones, cuando las personas de buena fe están preocupadas por el futuro de nuestro país y por las personas más vulnerables entre nosotros. Sin embargo, el alcance y la escala de lo que nos espera pueden resultar abrumadores. ¿Cuánto activismo es suficiente? ¿Cuánto debemos dar? ¿Qué podemos hacer que sea útil? Es fácil –y comprensible– sentirse impotente en este momento. Pero tenemos poder y estamos obligados a resistir. Podemos descansar y recuperarnos cuando lo necesitemos, pero no podemos retirarnos. Para usar otra cita favorita de Adam, esta vez del rabino Tarfon:
No es vuestra responsabilidad terminar la obra de perfeccionar el mundo, pero tampoco sois libres de desistir de ella.
Si bien nadie puede hacerlo todo, todos deben hacer algo. ¿Cuál es tu “algo”? Es útil observar las herramientas que tenemos a mano: elecciones; los tribunales y la ley; acción directa; persuasión; y filantropía. Las elecciones importan, y hay elecciones en nuestro futuro inmediato (elecciones legislativas de mitad de período, elecciones a nivel estatal y elecciones locales) que marcarán una diferencia en nuestras vidas. Hacer oír nuestra voz votando y comunicándonos con nuestros funcionarios electos es clave para nuestra democracia. Hay cuestiones electorales que exigirán nuestra atención, como el intento de derogar en 2018 el proyecto de ley de alojamiento público para personas transgénero de Massachusetts, logrado con tanto esfuerzo. Los tribunales tienen un poder tremendo para protegernos y promover nuestros derechos, especialmente cuando las legislaturas fracasan. Es poco probable que el Congreso apruebe la Ley de Igualdad, pero podemos seguir avanzando en los tribunales federales y en muchos tribunales estatales. Quién forma parte de nuestros tribunales es importante, y no podemos quedarnos impasibles mientras están llenos de jueces que no interpretan nuestras leyes y nuestra Constitución para brindar igualdad de justicia para todos. Hay una línea de acción directa desde las sufragistas que se encadenan a la valla de la Casa Blanca, hasta Selma, ACT UP y Black Lives Matter. La acción directa puede mostrar a los destinatarios que no están solos, así como presionar a nuestros aliados a hacer lo correcto cuando hay fuerzas en competencia. Ninguna de estas herramientas es eficaz sin la persuasión pública. Sólo cuando hacemos el arduo trabajo de tener conversaciones cara a cara, sin prejuicios y empáticas con personas razonables que no están de acuerdo, ayudamos a perfeccionar nuestra sociedad. Finalmente, la filantropía es el combustible que permite que organizaciones sin fines de lucro como GLAD funcionen a toda velocidad. Adam y yo recientemente alcanzamos nuestra meta de donar 10% de nuestros ingresos a organizaciones cuyas misiones y trabajo apoyamos, inspirados en el concepto judío del diezmo. No fue fácil, tomó algo de tiempo y era una prioridad. Estos tiempos nos exigen a todos determinar qué podemos ofrecer para apoyar a las numerosas organizaciones que están en primera línea en la lucha que se avecina. No podemos hacerlo todo, pero cada uno de nosotros puede hacer algo. Así es como nos cuidamos unos a otros y protegemos nuestro futuro. Elige tu algo.